
Boca se fue de la cancha con un regusto amargo. En un estadio que fue una fervorosa sucursal de la Bombonera en pleno Miami, le ganaba 2 a 0 a Benfica. Pero le faltaron físico y fútbol para sostener la diferencia aun cuando se quedó con un hombre más en el segundo tiempo. Los portugueses levantaron el resultado con más fibra que juego y llegaron al empate 2 a 2 después de un partidazo caliente que obliga a los dos a seguir remando para clasificarse.
El gol de penal de Di María a los 45 minutos (rodillazo dentro del área de Palacios a las costillas de Otamendi) modificó las sensaciones de un primer tiempo casi inmejorable para Boca. Benfica había arrancado complicando con una mayor posesión de la pelota y dos situaciones muy claras (un remate cruzado de Renato Sánches que se fue afuera y un tiro de Bruna en el palo). Y Boca esperaba con dos líneas de cuatro que basculaban detrás de la pelota y Merentiel corriendo los bochazos que le lanzaban desde el fondo.
Pero eso duró veinte minutos. En la primera llegada más o menos clara, Blanco le pasó la pelota entre las piernas a Florentino, sacó un centro preciso desde la izquierda y Merentiel la mandó a la red primereándolo al propio Otamendi. Y siete minutos después y sin que los portugueses se hubieran repuesto del golpe inesperado, Ayrton Costa bajó de cabeza un córner de Zenón desde la izquierda y Battaglia con un cabezazo corto anotó el 2 a 0. Boca golpeó en frío y confundió a Benfica que no pudo ni supo perforar el esquema ordenado e intenso, de gran despliegue físico que preparó Miguel Angel Russo en el arranque de su tercer ciclo como técnico xeneize. Lo único negativo fue la salida de Ander Herrera a los 19 minutos por una nueva lesión. Después, casi todo salió a pedir de Boca.
Con el ingreso del italiano Belotti por el lateral sueco Dahl, Benfica en el segundo tiempo armó una doble punta de lanza para ir en busca del empate. Pero le faltaron luces para conseguirlo. Boca no se metió tan atrás y planteó una defensa al estilo argentino. Con un trámite físico de roce constante y permanentes interrupciones. Pero no tuvo juego para manejar la pelota. Todo lo hizo en base a esfuerzo. Y cuando los físicos se gastaron de tanto correr y meter, el trámite se le hizo cuesta arriba. Aun cuando Belotti se fue expulsado por un planchazo en la cabeza de Ayrton Costa y Benfica se quedó con uno más en la cancha.
Hasta que a falta de siete minutos, el argentino Prestianni (quien había reemplazado a Di María) sirvió un córner desde la derecha y Otamendi de cabeza y entrando desde atrás, anotó el 2 a 2. Figal le metió una durísima plancha a Florentino, también vio la tarjeta roja y ya no hubo margen para mas. Boca estuvo dos goles arriba para lograr una victoria acorde al respaldo conmovedor de su gente. No pudo asegurar el partido y el viernes lo espera Bayern Múnich que llegará a Miami agigantado después de haber ganado por diez goles.