«Mía volvió a nacer», la pequeña guerrera que venció al cáncer.
Mía tiene tres añitos, es correntina y este fin de semana pudo volver a su hogar en Santa Lucía tras permanecer un año y un mes con tratamientos oncológicos en el Hospital Garrahan de Buenos Aires. La pequeña guerrera fue recibida por familiares y amigos en medio de mucha alegría y emoción. Su mamá, jésica, relató cómo fue la vuelta a casa.
«Ella está más que feliz. Bueno, la imagen de ir a todo, la imagen que yo le había pasado fue que venían en el avión, no veía la hora de llegar. Fue algo muy emocionante porque ella reclamaba mucho en el Hospital Garrahan por sus hermanas», relató Jésica su madre en contacto con Radio Dos
Sostuvo «uno como madre trata de desviarlo, sabiendo que es un tratamiento muy largo y muy doloroso. Sin palabras lo que es, sinceramente, pero con todo esto la luché, la luché hasta la última, que hoy tuve el resultado que puedo estar acá y ella re feliz. Y sus hermanas, no para de jugar, no para de correr. Volvió a nacer ella», declaró.
Jésica recordó «lo primero, cuando a mí me dieron el diagnóstico que era un cáncer prácticamente un hepatomastoma, un cáncer que una persona grande lo puede tener. En el Juan Pablo, el médico cirujano me dijo «mamá, tu bebé está muy delicada, tiene un cáncer de grande que está muy tomado». Y este es el diagnóstico que ningún padre, ninguna madre quiere recibir», señaló.
Con la peor noticia, «lo primero que hice fue entregarle a Dios que sea la voluntad de Él y le dije «te entrego a mi hija como su único padre» y comentó «yo veía la lucha que se venía porque ya mi padre había fallecido de cáncer, la abuela de la parte de ella también falleció de cáncer».
«La verdad que uno prácticamente ya con un dolor de ya perder un familiar, uno piensa lo peor, pero yo no, yo al contrario, yo decía que todo está en las manos de Dios y le suplicaba tanto que lo único que yo le pedía era que ella volviera con sus hermanitas».
Al ser consultada sobre cómo tomó Mía el regreso a su hogar, la mujer contó «ella de primera es como que quedó muy en shock cuando llegó, mejor dicho es como que de tanta ansia de llegar, es como que ella misma no lo podía creer, es lo que yo lo sentía como madre», contó.
«Las hermanas no sabían cómo abrazarla, cómo tocarla, fue un momento muy emocionante. La gente misma respetaron mucho, porque no era como para alzarles uno por uno, no la podían alzar, no había uno que no se le caían a lágrimas porque fue muy emocionante que las tres hermanas se volvieran a encontrar», describió sobre el momento del regreso de Mía.
Un mensaje de esperanza
También Jésica transmitió un mensaje de esperanza a familias que atraviesan lo mismo, «los chicos tienen más posibilidad, uno lo primero que piensa cuando te dicen eso es lo peor, pero sin embargo, la luchó, la luché y como se dice, a pesar de que uno lo siente muchísimo, uno tiene que hacer un nudo en la garganta y que no se te caiga una lágrima delante de ella, por cómo es el tratamiento tan doloroso. Y ver que uno no puede hacer nada y que está con todos los especialistas, es un dolor inmenso que uno, yo hoy como madre la veo a Mía correr y no me canso de mirarla porque la admiro, mi propia hija es fuerte, es valiente, después para salir de ese tratamiento, salir de todo, y la combatió», resaltó con orgullo.
Cómo sigue el tratamiento de Mía
«Allá en el hospital, hay distintas áreas y cada uno tiene su alta prácticamente. Después juntan para dar un solo alta. La última que me dio el alta fue la nutricionista y la oncóloga. La que habló con la otra oncóloga acá del San Pablo, que evidentemente la controla, que la vean, como es una paciente de alto riesgo, no deja de ser una paciente de alto riesgo médico», sostuvo.
«Tenemos que volver en julio y ahí la van a volver a tomar todas las imágenes, hacerle todos los estudios nuevamente, repetir todo para controlar el corazoncito, el hígado, los pulmones, toda la parte del cuerpo de ella», detalló.
«Ella vino con una medicación que tiene que tomar por un año y medio. Unas drogas muy caras, prácticamente 3 millones valen cada tableta. Con esa medicación, se la controla. Y obvio, ella todavía como que no sale más afuera, lo que no tiene que tener es mucho contacto», indicó.
Diario Época
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